Disco de Indie en Español del Año

10. Rubio – Pez

La voz característica de Fran Straube (quien para deleite de todos dejó la batería a un lado para enfocarse en su voz) da vida a un proyecto extravagante y hasta difícil de digerir, pero una vez que atravesamos esa barrera del enigma y hasta de la extrañeza nos encontramos con un disco tan agradable y diferente, hay canciones que son muy buenas como Luz con su cadencia parsimoniosa y su letra enigmática o los aires árabes en Fábula y en La Llamarada, un álbum místico que tiene ese toque distinto dentro del mundo de la música independiente.

09. Arrabalero – Sudoku (Lado A y B)

Música rara, experimental, difícil, algo que obliga a darle varias vueltas a las canciones, como definirlo, es una especie de jazz experimental con tintes progresivos mezclado con elementos del grunge, así de extravagante es, desde su disco pasado, esta banda de Colombia ya había dado muestras de su tipo de música tan estrafalaria, es instrumental hasta que de repente la voz de Luisa Quiroga se atraviesa para recitar algunos versos, Sudoku es una obra en lado A (con 5 cortes muy atinados, para disfrutarse lentamente, destacan Proserpina y Gofres) y B (el lado B es un deleite sonoro que solo algunos escuchas lo van a apreciar) elementos del jazz con esas notas tan finas de saxofón enlazadas con percusiones de jazz avant garde, Arrabalero re-define la música de un modo y un enfoque mucho más participativo del público, no es música fácil, es una agrupación que sabe que su público será exigente y en ese ir y venir de esa interacción se muestra tal cual es, como un grupo de virtuosos haciendo música propositiva.

08. Los Mundos Posibles – Pintura de Guerra

De la nueva ola de indie Argentino, unen fuerzas dos grandes héroes del subterráneo de Buenos Aires, Rosario Bléfari (ex Suárez) y Julián Perla (ex Mi Pequeña Muerte), tienen una facilidad para la canción bella y llena de romaticismo rosa y negro, que causan una impresión de que todo el tiempo hacen música de ese estilo, la Guerra de Japón es un mini relato de desamor ... tengo en mi cabeza, la estúpida estrategia del amor, que no me alcanzará, para ganar la guerra de Japón ... en Daba Para Más hay un poema con guitarras y pianos con otra letra contundente ... trato de llevarlo bien, hay algo mas que podamos hacer, nunca es igual que va a entender, solo se que me gustaba y daba para más ... en Condenados hay pianos, una letra llena de nostalgia, apenas 7 temas para enamorarse o desenamorarse, porque al final unir fuerzas en la música es hacer de dos talentos un talento nuevo y mejor.

07. Granuja – Messier 64

Dieciocho temas, y dieciocho pinturas sonoras con texturas impregnadas de beats monótonos y grabaciones extraídas de grabaciones de radio, cine, televisión y versos que parecen no tener sentido, este experimento musical es obra de una banda colombiana que está desarrollando un proyecto alterno entre el Rap y Hip Hop clásico y este disco que básicamente es la comunión perfecta entre una caja de ritmos y un Fender Rhodes de los 60’s, a veces rayando en lo monótono esta banda de Antioquía tiene toda la intención de ambientar cualqiuer situación de vida con un disco como este.

06. Nicolás y Los Fumadores – Como Pez En El Hielo

Una banda colombiana que antiguamente se llamaba Los Pantalones Elegantes con influencias desde el grunge mas denso hasta los versos de Pablo Neruda y la música de Spinetta, ¿cómo catalogar su música? sencillamente es una banda que entrega arte en cada canción, en Paseo Submarino, una guitarra al estilo de Spinetta con chorus hasta la saturación y un wah de fondo enarbolan un tema por demás lleno de notas precisas y bien colocadas, Santiago García se convierte en un narrador de historias con fondos musicales de los 70’s en Me Quiero Ir (parecen revivir a Los Pasteles Verdes) y en Bailando Triste (una pieza que es más bailable con aires de Marc DeMarco), apenas 8 temas bohemios que nos sitñuan en un baile quinceañero en la Colombia de los años 70’s, baladas de rock indie para el gusto de unos cuantos, cigarrillos de calma y tranquilidad, poesía espontánea y citadina, casi coloquial, como recitan en Brisa ... soñé que Kim Gordon de Sonic Youth me acompañaba en un barco y por fin sentía la Brisa ... quien recite eso en una canción tiene una confianza en si mismo que no deja dudas al escucharlo

05. Los Niños del Cerro – Lance

Desde Chile, específicamente de la ciudad de Santiago llega esta banda de treinteañeros que hacen música de guitarras limpias y muchísima creatividad, la herencia del rock de Chile es tan amplia que nada suena igual en ninguna parte del continente, en Sufre reviven los buenos años de los Six Magics, pero no olvidan el folclor andino como se nota en Contigo (más una polka que un tema de rock, pero expresado con una alegría que no tiene desperdicio), tienen colaboraciones muy interesantes en El Sueño Pesa (con una guitarra que causa hipnotismo, un rasgueo sostenido casi por 2 minutos) y la voz de Martina Lluvias en Las Distancias, un trabajo que va de lo sencillo a lo experimental, la voz de avanzada del rock chileno, basta escuchar la pieza Javier y los Vientos para darse cuenta de ello.

04. Perras On The Beach – Flow de Cuyo

Estos Mendocinos con menos de 30 años la han estado haciendo en grande, ¿que tipo de disco es el que nos presentaron en este 2018? Un experimento sonoro que encarna la visión psicodélica de su trabajo anterior pero esta vez con canciones mucho más elaboradas, la base percusiva (obra de Cocó Orozco) es alucinante, es un trabajo de relojero impecable destacándose en canciones como Flow de Cuyo y Tuca (sin ninguna coherencia rítmica aparente pero con tantos cambios que es notorio el dominio sobre el tiempo) o las guitarras rítmicas de Lucca Beguerie (en canciones prototipo del rock de Mendoza como Fantasmas y Las Ideas) y la voz rasposa y atinada de Simón Poxyran, todos son menores de 25 años y esta banda tiene un futuro impresionante, la joya del disco es el tema Las Ideas con ese ostinato en sintetizadores de Juan Saeig, hay que destacar que esta banda intercambia integrantes con otra enorme agrupación argentina de Mendoza llamada Usted Señálemelo.

03. Conociendo Rusia- Conociendo Rusia

Mateo Sujatovich es un músico argentino con un talento enorme, ex guitarrista de la banda Detonantes entregó este año una placa de apenas 7 canciones, siete breves historias de amor endulzadas con sintetizadores y guitarras llenas de efectos retro, como lo es la guitarra con trémolo en Loco En El Desierto, heredero del ex tecladista de Spinetta (Leo Sujatovich) tiene la música en la sangre, todas las canciones son piezas elegantes, como en Cicatriz, una pieza elegante y llena de sentimiento y con aires retro, muy similar a los trabajos de David Lebón, un tema muy boggie en Bruja de Barracas y una pieza muy introspectivo en La Luna, canción mucho más clásica de guitarra y voz que de repente tiene esos aires jazz y blues tan agradables, es un enorme trabajo musical de un músico que tiene una herencia en el rock de Argentina con la que sabe llegar al corazón de quienes lo escuchan.

02. Las Ligas Menores – Fuego Artificial

Argentina como siempre ha dominado la escena indie de Latinoamérica, no solo porque sus músicos son consumados compositores sino también porque tienen esas ganas de trascendencia en cada disco que elaboran, esta banda de Buenos Aires siempre ha sido una agrupación con aires de grandeza y lo merecen, trece temazos, un disco que se puede escuchar desde el inicio hasta el final con la gran voz de Anabella Cartolano (con un timbre parecido a la voz de Ariadna Paniagua de los Punsetes de España), desde Peces en el Mar con un ritmo desenfrenado y coros pegajosos, pasando por esos temas que tienen ya casi por adjudicación con ese estilo garage adolescente como en Contando Lunas y Casas Desiertas, también pueden ir sin problemas por la vía de la balada happy punk como en Segunda Parte, si alguien tiene ganas de escuchar un rock agradable, lleno de vitalidad postadolescente con letras espontáneas, con actitud de trascendencia Las Ligas Menores y toda la escena de Buenos Aires siempre son la mejor opción.

01. CLUBZ – Destellos

Hay demasiados elementos destacables en un álbum de CLUBZ, primero esa estética ochentera/retro/electrónica/easy listening que encanta a la primera canción, Palmeras tiene la cualidad de ser un tema elegante y digno de abrir el mejor disco indie del año, la letra es contagiosa, un coro efectivo, falsetes al estilo Bee Gees pero sobre todo la cualidad omnipresente en todas las piezas de CLUBZ es el ritmo in crescendo, pueden ir del beat básico hasta escalar poco a poco con el resto de la programación, pueden encajar sin problemas un loop que va y viene a lo largo de un tema como en Áfrika o simplemente pueden echar a andar las secuencias con la mágica voz de Ela Minus en Nagano, o hacer una amalgama de beats retro con percusión de pads electrónicos como en Templos y añadir bajos con escalas en octavas que suenan como Hot Chip, o que recuerdan como el funk clásico de los 70’s los elementos de fuga dentro de una pieza mucho más experimental como en JAMZ, o canciones del pop más bailable como en Popscuro, suenan a Miami Horror en un buen número de canciones (Cáile quizás es la canción más cercana), la enorme virtud de este ejercicio sonoro es la asombrosa capacidad de hacer de todas las piezas una pequeña obra de arte, once canciones que definitivamente pueden ser singles en cualquier momento.